Recetario de urgencia

Colectiva Dostristestigres

Language: Spanish

Description:

¿Cuántos días llevamos en esta pseudo vida que han querido llamar cuarentena? Los días pasan y la incertidumbre crece. Un virus —dicen—, mortal —dicen—. ¿Realmente hace una gran diferencia? Nuestras vidas siempre han estado en riesgo y nuestras vidas son lo que menos les importa ahora.
Desde arriba proponen como única medida el aislamiento que fomenta el miedo a lxs otrxs, a su cercanía, a su contacto. ATENCIÓN: Todxs pueden ser portadores del virus, amenazas para la propia supervivencia. Sabemos que en verdad llaman a la ruptura de nuestros procesos, de nuestras juntanzas, ruptura para que aceptemos sumisamente sus determinaciones sobre nuestrxs cuerpxs, sobre nuestras vidas.
Hay muchas que están afuera guerreándola y que no pueden, por una u otra razón, dejar de trabajar para comer. Muchxs que siguen en los campos cultivando lo que llega a las ciudades, muchas que lo transportan. Hay otras que no tienen casa donde resguardarse, que han vivido en la calle por tanto tiempo, ante las miradas siempre indiferentes. Lxs desplazadxs por la guerra que no para en este territorio, lxs perseguidxs por esos que tienen el poder y hoy dicen cuidarnos, lxs presxs tras las rejas de estos estados asesinos. También aquellas que ahora deben poner aún más el cuerpo, asegurando la manutención de sus familias y redoblando sus esfuerzos de cuidado.
Algunas que en el encierro se ven aún más expuestas a distintas violencias. Y tantxs otrxs a las que les han sido negadas, desde antes, la salud, la educación, el agua, la tierra, y más.
Están también las que sufren cada segundo la existencia humana y su sed depredadora.
Aquellas que siguen siendo asesinadxs en los mataderos, tiradas en las calles a su suerte, esxs que no tienen hogar porque su hogar ha sido saqueado para el beneficio de multinacionales, mafias, grupos armados, estados. Esos que, destruyendo territorios y animales a su paso, han alterado los ecosistemas, ampliando la frontera agraria y forzando los límites de la naturaleza, creando las condiciones adecuadas para la existencia de nuevas enfermedades.
Tenemos claro que ningún estado nos ha procurado nunca y que no van a comenzar a hacerlo ahora, solo nosotras mismas nos cuidamos y cuidamos a las nuestras. Y sabemos que hay muchas maneras y todas valiosas de cuidarnos.
Una de ellas, que nos reconforta y apapacha el corazón, es la comida. Comer bien para resistir la pandemia y darle pelea al capital. Escribimos este pequeño recetario que junta algunas recetas sencillas —esperamos que así les parezca—, que hemos compartido con seres queridxs, con ingredientes de fácil acceso y utensilios simples. Es además una invitación para pensarnos un comer sin la explotación y asesinato de otras especies, sin su cuerpo produciendo carnes, huevos, leches… Y es una respuesta a tantas recetas que hemos visto recientemente en internet de personas que ven el veganismo como otra opción de consumo, una solo para quienes acceden a ciertos productos que creen están “a la mano” —pero que en definitiva no son fáciles de encontrar o de pagar—. Un veganismo para ser “saludables”, “amigables con el medio ambiente”, “estar en onda”, y demás, que reproduce las dinámicas de opresión de este sistema que hace que millones de vidas de todas las especies animales —humana incluida— sean miserables.
Estas páginas son para todxs las que, como nosotras, se sienten vulnerables y angustiadas ante la/su/nuestra situación actual y la que está por venir. Pero que también, en medio de la incertidumbre, se niegan a ceder su vida a las directrices de tal o cual. Juntxs somos más fuertes y es organizándonos cómo podremos resolver algunas de esas cosas que nos abruman en estos momentos.
Vayamos a recuperar alimentos que siempre se desperdician por toneladas, cocinemos juntas para nosotras y para otras en situaciones más difíciles, compartamos lo poco que tenemos y reunámonos para hacernos con más.
Que esta sea la oportunidad para crear lazos y redes aún más fuertes.
La peor pandemia es el capitalismo que nos condena. Afecto, empatía, solidaridad y apoyo mutuo contra él!